Sangha Family Lotus
La paloma Torcaz
Experiencia vivida en la Sangha Family Lotus
Aquel día fuimos 5 familias a hacer un pic nic al bosque, éramos un grupo de padres e hijos con 7 niños y niñas, entre 5 y 12 años. El bosque estaba ubicado en el Parque Natural protegido, en un lugar hermoso y muy tranquilo. Poco a poco, se fue creando un ambiente delicioso, sentados en el suelo alrededor de una mesa improvisada con un mantel color naranja, mientras una suave brisa nos acariciaba.
Antes de compartir la comida, invitamos a la campaña, su sonido siempre nos recuerda: respira, vuelve al corazón, al aquí y ahora, regresa a casa …porque cuando volvemos al corazón, amamos y somos más felices.”
Ante nuestros ojos, un campo extenso de un verde vivo, al fondo una masía, en los alto un cielo azul precioso y nosotros, sentados en el pinar, como una gran familia…, unida por el vínculo de caminar por la paz. Al acabar la comida nos tumbamos a descansar, a jugar y a reír, padres e hijos…
Hay momentos en la vida en los que experimentas una felicidad tan sencilla, pero tan sentida! Y ese fue uno de aquellos instantes de paz y benevolencia en el que las palabras sobran. Estábamos fuera del mundo conocido, sin prisa, tranquilos. …
Practicando un día de Plena Consciencia en familia.
Antes de volver, abrazamos a los árboles agradeciéndoles la sombra y la compañía. Y de repente, apareció un pájaro. Era una paloma torcaz salvaje. Los niños fueron los primeros en verlo. Lo que lo hacía tan especial era que curiosamente, caminaba, por eso pensamos que quizás estaba herido. Los niños se acercaron enseguida y llenos de curiosidad lo observaban.
Regresábamos del bosque con un pájaro que caminaba con nosotros. Pero,¿ por qué no vuela? ¿Estará enfermo? Grandes y pequeños nos íbamos contagiando de una especie de complicidad con matices mágicos y alegres. Nunca antes habíamos andado con un pájaro todo un grupo de personas. Pero, ¿quién es este pájaro que parece claramente que nos guía y quiere venir con nosotros? Por lo general los pájaros alzan el vuelo rápidamente al más mínimo movimiento.
Los niños lo bautizaron con el nombre Cendra, pues era de tonos grisáceos. Ni vistoso, ni exótico, era de color ceniza. Un pájaro del Cielo había bajado a la Tierra y caminaba con nuestra Sangha Family Lotus. Jamás habíamos experimentado nada parecido.
De repente, se acercaban perros ladrando corriendo velozmente en nuestra dirección. Los niños rodearon a Cendra formando un círculo de protección a su alrededor. Curiosamente ningún perro se le acercó. Era, como si no lo vieran, ni lo olieran.
Creíamos que Cendra, al salir hacia el campo abierto, se quedaría en el bosque. Pues no, tenía claro que quería venir con nosotros. Cruzó la carretera caminando.
Inesperadamente ladró el perro de la casa por donde íbamos y él, Cendra, voló un poquito y hala, …al suelo, a caminar. ¿Cuándo se ha visto un pájaro caminar al lado de los humanos? Cómo es que camina si es capaz de volar, nos preguntábamos?
Cogimos un atajo cruzando un campo de trigo repleto de espigas muy altas. Y todos unidos, grandes y pequeños acompañados por Cendra, -que iba en medio rodeado de los niños- tomamos el camino hacia la masía. Era como una fiesta, nunca habíamos caminado desde el bosque hasta casa con un pájaro bajado del cielo ! Ya no dudábamos que quería venir con nosotros hasta la masía. Caminaba decidido, sabía lo que quería.
Pero, ¿y el gato ? En casa estaba Shiva, había que ir a encerrarlo en el porche, no fuera a hacerle daño. Y mientras dos niñas se adelantaban, los demás nos reunimos a la sombra del nogal. Cendra se sentó con nosotros. Hizo “piu” y los niños supieron que tenía sed, le dieron agua y se la bebió toda… ¿Éramos nosotros que hablábamos su idioma o era él que nos entendía? ¿Cómo es que nos comprendíamos perfectamente ?
Pasamos el resto de la tarde juntos. Pero el gato, desde el porche miraba a Cendra con demasiada insistencia. Y ñaca!, en un descuido, Shiva –el cazador atacó.
Toda la tribu reaccionó rápidamente. Uf, por suerte, todo quedó en un susto y un arañazo! Sorprendentemente, Cendra había volado hasta el borde de la balsa para protegerse.
Se acercaba el final del día y decidimos llevarlo a la protectora de animales con el compromiso que lo devolverían al bosque después de la cura. Le preparamos una caja de cartón con agujeros para respirar. Pero resulta que Cendra no quería bajar de la balsa. Establecimos un diálogo con él para explicarle nuestro plan. Pero Cendra permanecía inmóvil. Intentamos ayudarlo con el palo de una escoba, pero él, alzó el vuelo hasta el punto más alto del tejado como diciéndonos: “soy capaz de esto y más”. Entonces comprendimos: ya no corre peligro, el gato no puede hacerle daño.
Pero nosotros no nos rendíamos, y niños y mayores sentados en el césped nos concentramos en un pensamiento: “baja al suelo Cendra, solo queremos ayudarte.”
Y Cendra bajó al suelo, pero no quiso entrar en la caja de cartón y no se dejaba coger. Finalmente alzó el vuelo y me rozó el hombro como diciendo: « Tranqui, puedo valerme yo solito. » Está bien, Cendra, te hemos comprendido. Gracias por el precioso regalo que nos has hecho hoy.
Al anochecer, Cendra voló hacia su bosque, dejando en nuestros corazones un recuerdo de magia y felicidad. Un recuerdo de tiempos muy lejanos,-ya olvidados- de cuando los humanos y los pájaros hablábamos el mismo lenguaje y podíamos caminar juntos y en paz. Una época en que los seres humanos y la naturaleza fluíamos en Unidad, como un solo organismo vivo, en paz y armonía.
Hoy, el espíritu del Cielo ha bajado a la Tierra y hemos compartido, con Cendra, la magia de la Vida. ¿Será el retorno de las Tribus de los Pájaros, en el año del Pájaro de Fuego?
Khoukha de la Sangha Family Lotus
Barcelona, 28 mayo 2017